Los proyectos que Crisol lleva adelante apuntan a generar inclusión, equidad y sostenibilidad ambiental, a través de iniciativas innovadoras que fortalecen tanto a las comunidades como a las instituciones involucradas. 

Implementando enfoques integrales y metodologías participativas, estas intervenciones contribuyen al desarrollo económico y social sostenible.

Un ejemplo de este compromiso es el trabajo realizado junto al Banco de Alimentos de Buenos Aires, que impulsó la incorporación de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en su modelo de gestión. El proceso incluyó la sistematización de datos y la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aportando a una mayor transparencia y potenciando el alcance de sus alianzas clave.

Se procedió a realizar, de acuerdo con una  propuesta integral, el análisis del tipo y cantidad de aportes se estaban generando a los ODS al momento de comenzar el estudio con sus metas específicas y cómo aumentar esos aportes de manera concreta con aportes de nuevos indicadores de resultado. 

En el plan de trabajo se acordaron las siguientes etapas de trabajo:

  • un análisis documental ordenado en un Mapa de Procesos (que BDA proporcionó al comienzo del estudio), el cual fue asociando los indicadores recabados (contribuciones a ESG), a los procesos y áreas. Este procedimiento permite controlar y medir logros y proceder a elaborar un plan de mejora continua hacia la integración con las metas de los ODS;
  • un análisis de cada área con su batería de indicadores, ordenando a su vez conjuntos de indicadores que fueron estandarizados como de proceso o de resultado teniendo en cuenta el alcance de una meta específica;
  • un análisis de los atributos de cada indicador según su fórmula e integración a uno de los tres criterios de ESG. Los atributos de un indicador son las características que lo definen y que le permiten ser útiles para medir y comunicar. Algunos de estos atributos son:
    • Medible: debe ser cuantificable;
    • Entendible: debe ser claro y fácil de comprender por todos los que lo usan;
    • Relevante: debe estar relacionado con el objetivo que se quiere medir;
    • Preciso: debe medir con exactitud lo que se pretende evaluar;
    • Sensible: debe reflejar los cambios en la variable que se mide;
    • Comparable: debe facilitar la comparación con otros datos, como presupuestos, previsiones y objetivos;
    • Accesible: debe ser posible de obtener sin grandes esfuerzos o costes;
    • Perdurable: debe ser válido a lo largo del tiempo.
  • un análisis de cada proceso y recomendaciones de indicadores con criterios de ESG para
  • algunas áreas clave;
  • un análisis de la Metodología FRAME para consolidar un listado de indicadores sugeridos y conectados con el relevamiento.
  • un análisis de aportes de los indicadores actuales y el impacto sobre los ODS.

El resultado fue un aumento significativo de metas de ODS nuevas, que le dieron una integralidad a sus acciones. De 4 ODS iniciales, se logró una nueva cobertura de 15 ODS con sus metas específicas.