Capítulo IV

CONCLUSIONES, LECCIONES APRENDIDAS Y NUEVOS DESAFÍOS

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CRISOL
A. Conclusiones

El proyecto “Inclusión social y creación”, del que surge este documento, nos dio la oportunidad de sistematizar las experiencias implementadas y en curso en Ciudad Oculta, Villa Lugano, desde los inicios de nuestro trabajo comunitario en ese territorio, en 2007. Tal como nos propusimos, pudimos reflexionar sobre nuestras metodologías de intervención, recoger testimonios de los referentes institucionales y participantes de nuestros proyectos, identificar las lecciones aprendidas y crear un documento virtual multimedia, que hemos subido a nuestra página institucional y que continuaremos difundiendo entre instituciones gubernamentales y no gubernamentales.

Una de las principales conclusiones de esta experiencia es la valorización del proceso de trabajo realizado, así como la detección de logros y dificultades en nuestra tarea cotidiana, insumos de gran importancia para ajustar nuestras estrategias comunitarias.

En el transcurso de la tarea confirmamos la dificultad para reconstruir información que no fue debidamente registrada o elaborada en su momento, lo que nos llevará a reforzar las actividades de seguimiento y evaluación en las próximas etapas.

La reflexión sobre los 23 proyectos ejecutados desde 2007 en Ciudad Oculta muestra un camino que va de la implementación de un proyecto puntual a la existencia de una estrategia de articulación interproyectos, que fuimos diseñando y ajustando gradualmente. Como se mencionó en el texto, nuestra estrategia de intervención deriva de las premisas institucionales: jóvenes vulnerables como población destinataria, vinculación con la política pública para apoyar, articular o incidir, equiparación social para que las oportunidades que tienen los sectores sociales más favorecidos lleguen a los más vulnerables. La sistematización demuestra que, si bien tenemos mucho para avanzar, los proyectos implementados, con diverso grado de cumplimiento o innovación, están cada vez más alineados con las premisas institucionales.

Analizando el resultado de nuestras acciones vemos que los participantes de los proyectos:

 

A nivel personal los participantes de los proyectos

  • Incorporaron destrezas, técnicas específicas y herramientas de distintos lenguajes (danza, teatro, música, comunicación, diseño, etc).
  • Se familiarizaron con disciplinas artísticas que con anterioridad estaban fuera de sus horizontes culturales.
  • Salieron de su contexto barrial para conocer otros espacios de creación musical, actoral y plástica, ampliando sus horizontes de conocimiento y vocacionales.
  • Accedieron a compartir y reflexionar sobre problemáticas de sus vidas cotidianas en un contexto creativo y de aprendizaje.
  • Participaron de espacios de contención en los que vivenciaron la dimensión social de las problemáticas que los afectan y la multiplicidad de escenarios posibles para la resolución de conflictos.
  • Mejoraron su sociabilidad y la relación entre pares, la comunicación y la expresión.
  • Desnaturalizaron hábitos y prejuicios propios.
  • Se sensibilizaron con temas de sexualidad y violencia de género.
  • Indagaron vocaciones y revisaron las propias historias personales y familiares en el plano educativo y laboral.
  • A partir del cambio en su autoestima pudieron realizar modificaciones en su vida cotidiana, como separarse de una pareja violenta, incorporarse al mundo laboral o ingresar a programas de terminalidad educativa.
  • Las mujeres que participaron en talleres corporales profundizaron la relación con su propio cuerpo y consiguieron alcanzar mayor flexibilidad, fuerza y relajación, lo que las llevó a mejorar su autoestima.
  • Los referentes institucionales aprendieron nuevas maneras de planificar y participar en actividades y paulatinamente fueron mejorando algunas de sus capacidades organizativas y haciéndose preguntas sobre sus herramientas de gestión.
  • Los docentes y profesionales de la salud incorporaron técnicas de dinámica grupal y lúdico expresivas para la mejora de su actividad.

A nivel grupal

  • Los dispositivos de talleres contribuyeron a fortalecer los lazos entre pares y generaron cambios en la dinámica de los grupos.
  • Las salidas culturales promovieron vínculos entre jóvenes pertenecientes a distintos barrios dentro del territorio.
  • Las campañas comunicacionales posibilitaron el intercambio con vecinos y vecinas que con anterioridad no interactuaban, fortaleciéndose los lazos comunitarios a partir de visualizar un territorio de problemáticas en común.

A nivel institucional

  • Las organizaciones que atienden población adolescente y juvenil recibieron capacitaciones que posibilitaron, además del conocimiento de temáticas específicas de cada proyecto, el desarrollo de sus capacidades de liderazgo, coordinación de grupos, técnicas lúdico expresivas.
  • Algunas organizaciones pudieron difundir sus actividades a partir del diseño de blogs particulares o de la inclusión en una plataforma virtual comunitaria.
  • Se establecieron nuevos vínculos entre organizaciones a través del fortalecimiento del trabajo interistitucional.
  • Las organizaciones de gestión estatal complementaron y fortalecieron sus prácticas, adquiriendo nuevas herramientas y articulando su tarea cotidiana con el apoyo de Crisol.

Realizaremos dos salvedades de importancia: a) estos resultados no son parejos para todos los proyectos ni para todos su participantes; b) los resultados cualitativos marcan tendencias, dado que, como ya se mencionó, existen dificultades metodológicas para la medición de impacto en estos proyectos, por el escaso tiempo transcurrido desde la finalización de las actividades y por la misma dificultad de registro. Sobre este último punto, hay responsabilidad nuestra por no haber podido realizar en todos los casos un seguimiento minucioso y también una dificultad intrínseca a los propios sujetos que vivencian cambios “intangibles” para identificar las causas de estos cambios y el peso que podría haber tenido la participación en los proyectos.

Las acciones que realizamos se enmarcan en procesos más amplios que tienen una influencia en la población participante, por ejemplo la ampliación de derechos mejora ingresos de las jóvenes embarazadas, que pueden a su vez, al participar en nuestros talleres, alcanzar las metas de los proyectos.

En la implementación de los proyectos 2007-2015 en el territorio, hemos identificado los siguientes logros:

  • Llegar a la población destinataria de la mano de las organizaciones locales, para generar empatía con los habitantes.
  • Ir aumentando el número de organizaciones locales asociadas a lo largo de los 8 años de trabajo.
  • Apoyar y capacitar a las organizaciones y sus referentes para colaborar en el logro de sus propios objetivos institucionales, activando acciones conjuntas en una perspectiva no asistencialista y estimulando la participación de organizaciones de diferentes zonas del barrio y diferentes “colores” partidarios.
  • Articular acciones con las organizaciones para aunar esfuerzos y complementar su conocimiento de la realidad local con nuestras capacidades técnicas.
  • Estimular la capacidad de comunicación y difusión de las actividades entre las organizaciones, capacitando a sus recursos humanos en nuevas tecnologías de la información (páginas en internet, redes, foros virtuales) y gestión administrativa, lo que contribuye a su fortalecimiento.
  • Tener una participación activa en la Red Nuestros Derechos, tanto para la actualización diagnóstica como para ser facilitadores de procesos de trabajo.
  • Colaborar con las organizaciones de gestión estatal del barrio (Escuela Media y Centro de Salud) a través del apoyo a docentes y profesionales de la salud en la contención de situaciones de conflictividad.
  • Implementar distintos niveles de gestiones asociadas, de acuerdo a la etapa de trabajo conjunto y al grado de desarrollo de cada organización.
  • Incorporar las campañas comunicacionales como uno de nuestros dispositivos grupales, a partir de la aceptación que tuvo su implementación en el territorio.

Nuestras principales dificultades han sido:

  • Lograr la continuidad de fondos necesaria para no interrumpir actividades cuando los participantes están interesados, las organizaciones comprometidas y los equipos técnicos integrados con los habitantes del territorio.
  • Que se cumplan los acuerdos establecidos con las organizaciones sede de las actividades. Los múltiples requerimientos de las sedes mismas y de sus referentes, junto a la dificultad de planificar con la suficiente antelación trae la consecuencia de tener que suspender frecuentemente las actividades, con el impacto negativo que produce en el desarrollo de los proyectos.
  • Poder llegar a la población más “alejada” o a los más necesitados. En general las organizaciones con menor grado de formalización o con escasas actividades y convocatoria, que son las que más precisarían nuestro apoyo, son las que menos posibilidades tienen de acordar una forma de funcionamiento para ser sede asociada para la ejecución de un proyecto.
  • La costumbre de los habitantes de realizar actividades sólo en sus organizaciones de pertenencia (territorialidad) hace que muchas veces tengamos que duplicar o triplicar las actividades, lo que implica un esfuerzo importante en tiempos y recursos.
  • Que las participaciones activas de las organizaciones o sus referentes tengan continuidad en las distintas etapas de formulación, ejecución y evaluación de los proyectos. Muchas veces los referentes están requeridos por múltiples tareas, o no tienen los perfiles necesarios para incluirse, o lo viven como un esfuerzo desmedido en relación a sus posibilidades.
  • Que los referentes que se capaciten y repliquen en su propia organización los conocimientos y la práctica adquiridos. Es frecuente que el desarrollo de capacidades “quede” en la persona que asistió a los talleres y no llegue al resto de la organización, muchas veces por la complejidad de generar apoyos internos y la autonomía suficiente para la réplica, o porque no hay otros referentes disponibles. También constituye una dificultad si esa persona se va o cambia de organización porque en esos casos se corre el riesgo de que la articulación se fracture. En ningún caso nos entrometemos en la dinámica institucional.
B. Lecciones aprendidas

Al implementar los proyectos hemos podido registrar algunas situaciones recurrentes que capitalizamos como lecciones aprendidas:

  • Para definir temáticas prioritarias para los proyectos se requiere no sólo un diagnóstico inicial de las necesidades de los pobladores sino una segunda etapa de diagnóstico participativo al inicio de la ejecución para ratificar o rectificar las líneas elegidas.
  • La capacidad de escucha, de flexibilidad en los encuadres y de incorporación de nuevos dispositivos y cronogramas acordes a las necesidades que plantean los proyectos, resulta fundamental en el trabajo comunitario.
  • Siendo agentes externos, la posibilidad de participar en redes permite definir más ajustadamente las temáticas prioritarias que al trabajar con organizaciones de a una, ya que, si bien evaluamos que los referentes institucionales son nexos adecuados para llegar a la población, es necesario completar su visión, que puede ser parcial, o estar sesgada por sus propias prioridades y elecciones.
  • Si se pretende realizar una tarea de fortalecimiento institucional integral, es necesario realizar un diagnóstico de necesidades participativo con la organización y llegar a un acuerdo sobre el interés y la disponibilidad de perfiles y cronogramas de los referentes para transitar las capacitaciones necesarias. Si bien la implementación de los propios proyectos deja un saldo de fortalecimiento, resulta insuficiente porque, paradójicamente, se necesitan organizaciones más fortalecidas para encarar la implementación de los proyectos.
  • Para comprender las lógicas de las organizaciones del territorio, se requiere conocer la micropolítica y la dimensión psicosocial, es decir la manera en que se articulan los intereses personales con los institucionales; los conflictos de poderes y la forma en que se producen y reproducen el estilo de la organización y las prácticas locales.
C. Nuevos desafíos

Tenemos por delante el desafío de continuar revisando y ajustando nuestras estrategias de intervención, probando y adaptando en otros territorios aquéllas que dieron buenos resultados, buscando generar un impacto mayor que el logrado hasta el momento en términos de alcance territorial y de cantidad de destinatarios. Tenemos la expectativa de ampliar la territorialidad continuando nuestros proyectos en Ciudad Oculta y también llevando nuestra experiencia a otros territorios.

 

Esperamos a futuro retomar con más fuerza los proyectos educativos y laborales, que fue la impronta fundacional de Crisol y continúa siendo nuestro interés. Si bien los proyectos tienen un abordaje integral cualquiera sea la puerta de entrada, tal como mencionamos reiteradamente, consideramos que trabajando con población vulnerable, la inserción en el mundo laboral es fundamental.

 

Aspiramos también a aumentar el grado de aporte a las políticas públicas, por lo que se requiere un trabajo de reflexión sobre la práctica permanente, del cual este documento es un primer paso. También buscamos compartir con otras instituciones similares aciertos y errores, dar a conocer las prácticas innovadoras y sus resultados y encontrar en conjunto canales de comunicación con los decisores de políticas.

 

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